Me gusta mucho escuchar música, muchísimo. Escucho de todo, pero mi género favorito para escuchar es el rock, especialmente el rock de los 90’s, Oasis (AMO OASIS ¿sí se han dado cuenta que el cover photo de este blog es una imagen de Oasis no?), Pearl Jam, Audioslave, Alice in Chains, Stone Temple Pilots, Nirvana, Dishwalla, etc, esas voces graves y rasposas que cuando las escuchas te ponen la piel de gallina y es como que UFFFFFFFFFFFFFFFFFFF LA CALOR. Me encanta, de hecho, no lo puedo expresar exactamente con palabras porque es muy sensorial, mucho ya. Bien chévere.
Entonces hoy día -como casi todos los domingos, y ahora peor porque todavía no tengo internet en casa #MovistarLoPeorQueMePasóEnLaVida- me puse a pensar acerca del papel que juega la música en mi vida y la frase que podría resumirlo es «Ala man, qué fuerte».
«Qué fuerte» porque de verdad que la música es algo esencial en mi día a día. Lo primero que hago al despertarme por la mañana es poner alguna de mis canciones favoritas, para comenzar bien y de buen humor el día (usualmente es Oasis). Me baño escuchando música, voy a trabajar escuchando música, trabajo escuchando música (y por esto alguna vez me he ganado reproches de la gente de la ofi porque muy bullera :(), camino escuchando música, la música es esencial para el baile y el baile me apasiona en sobremanera… No, olvídense, la música para mi ES. Simple y sencillamente no puedo imaginarme la vida sin música, de hecho creo que sería una vida bastante miserable.
Yendo un poco más allá, me puse a pensar en la importancia y el papel CRUCIAL de la música en mis relaciones interpersonales. Una de las primeras cosas que pregunto o intento averiguar cuando conozco a alguien es qué tipo de música escucha. Ese, junto con la ortografía, es uno de los principales filtros que tengo para ver si una persona me va a caer bien o no, si voy a poder conversar con ella, o si nuestra relación, ya sea amical o amorosa (nada más mata pasiones que un broder que escuche puro latin), tiene potencial de prosperar. Es básico y preciso -basándome en mi experiencia- en el 95% de los casos. Cuando encuentro a gente que comparte mis gustos musicales es casi 100% seguro que vamos a ser bffs forever, porque la química tan intensa que nace de esa conexión es una que pocas cosas pueden romper. Por el contrario, cuando pregunto sobre el tipo de música que escuchan y recibo respuestas tipo «Mi cantante favorito es Justin Bieber y mi banda preferida One Direction» o «Mi canción favorita es El Taxi, temón», creo automáticamente un sesgo y una barrera, de antemano ya condiciono esa interacción al fracaso. Probablemente esto esté mal pues se trata de un prejuicio (aunque de hecho no tan prejuicio porque hay un estudio que relaciona gustos musicales con IQ) pero no puedo evitarlo. Relaciono mucho la música con la inteligencia y la reflexión y, lamentablemente, no puedo decir que de «Baby» o «Choca choca» se puedan sacar enseñanzas muy profundas. Ojo, esto no quiere decir que no las juerguee (porque las recontra juergueo y hasta abajo), pero aquí me refiero a la música que se escucha en el día a día y que representa algo para uno. Aquellas canciones que cantas hasta que se te salen las lágrimas, que te escarapelan el cuerpo, que son capaces de cambiarte el humor al instante. Me refiero a aquellas canciones que son, muy probablemente, mejores que el sexo (en la mayoría de los casos).
De hecho, estaba segura de que no era la única que piensa que la música es conector principal entre personas. Estaba tan segura que googleé al respecto y me di con la sorpresa de que, en efecto, existe un estudio que fue financiado por Spotify (A.K.A. Lo mejor que le ha pasado a mis domingos) que estudia la relación entre la música y el amor. El estudio se llama «The Science behind the song«, fue llevado a cabo por el psicólogo musical (mi nueva carrera favorita) Daniel Müllensiefen con el propósito de examinar la relación entre la música, el amor y la seducción, para así demostrar la importancia que tiene la música en la vida amorosa ¿Fuerte no? Fuerte pero bravazo y hace demasiado sentido. Como ya mencioné antes, la música (y creo que el arte en general) crea una conexión demasiado profunda entre la gente, y encontrar a personas que compartan esa conexión contigo es algo que, estoy segura, crea los cimientos más estables para cualquier tipo de relación. La música crea afinidad, empatía, intimidad, pasión. La música crea amor, la música tiene un poder increíble. Si no lo creen, tan solo busquen en YouTube algún video de un concierto multitudinario y no miren al artista, sino a la gente del público. 100,000 personas arrancándose las vestiduras y llorando, rendidos a los pies de un broder común y corriente parado en un escenario no es cualquier cosa.
Volviendo al estudio de Spotify, hay un apartado que se llama «Canciones mejores que el sexo» en donde, de acuerdo a la mayoría de los encuestados, Bohemian Rhapsody queda en primer lugar; asimismo, el 40% piensa que escuchar música junto a tu pareja es incluso más excitante que tener contacto físico (esto lo firmo) y que las canciones que mejor te ponen en «mood» para you know what son las de Dirty Dancing (en esto difiero, pero de hecho es un tema que depende exclusivamente del gusto de cada uno). Algo que me pareció locote fue que dentro de la lista de las 20 mejores canciones para escuchar during sex figuren LAS DEL SOUNDTRACK DE STAR WARS jajajaja, o sea. No sé ustedes pero Chewbacca no me resulta precisamente afrodisíaco. Anyway, de gustos y colores no han escrito los autores. En mi opinión, el género más chévere para ponerte chévere en ese tipo de situaciones es el funk. Nasty groovy rico UFF LA CALOR.
Así que, como yo me creo recontra chévere y no me conformé con el top 20 que salió del estudio de Spotify, decidí crear mi propio top 20 de las canciones que YO considero son mejores que el sexo. Esto es algo muy personal y que va ligado enteramente a mi forma de entender la música y su significado. Aquí va:
1. Live Forever – Oasis
2. The Masterplan – Oasis
3. Patience – Guns N Roses
4. Whatever – Oasis
5. Slide Away – Oasis
6. November Rain – Guns N Roses
7. Nutshell – Alice in Chains
8. Black – Pearl Jam
9. Yellow Ledbetter – Pearl Jam
10. I am mine – Pearl Jam
11. Angels or Devils – Dishwalla
12. Seven days in sunny June – Jamiroquai
13. Do I wanna know? – Artic Monkeys
14. Starlight – Muse
15. Mr. Jones – Counting Crows
16. Come as you are – Nirvana
17. Maybe Tomorrow – Stereophonics
18. True love waits – Radiohead
19. One Headlight – The Wallflowers
20. Interstate love song – Stone Temple Pilots
21. Show me how to live – Audioslave
22. Miss you love – Silverchair
23. Back in black – ACDC
24….
Ok. He fallado ROTUNDAMENTE en el intento de querer sintetizar en 20 las canciones que considero mejores que el sexo porque la verdad es que pondría como 100 porque me gustan demasiadas y me muero por ellas. Pero si me preguntan por mi top 3, definitivamente me quedo con las que he puesto arriba. A lo que iba era a que pienso que la música que escuchas define y dice mucho acerca de quién eres, de tu nous, tu esencia. Probablemente y ni siquiera seas consciente de ello, pero es una cuestión de interpretación. Desde donde yo lo veo, para conocer a una persona profundamente, sin necesidad de que te hablen profundamente de ellos, a veces sólo basta con conocer sus gustos musicales, el que sabe leer entre líneas puede sacar conclusiones bastante acertadas al respecto porque la música es uno de los caminos a través de los cuales se desnuda el alma. Asu, me fui en poetas, pero es la verdad. Qué hermosa es la música, no puedo más.
Cheers.