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¿Qué me dijiste que pasó ayer?

Bueno, hola, je.

Hace demasiado tiempo que no escribo, la universidad, el trabajo y sobre todo el yolo me han tenido con la cabeza en las nubes (y a veces contra las paredes, ya les voy a contar mis gracias) y me odio un poco por eso, pero hoy, ya de vacaciones de la universidad y de mi nonsense mental HE VUELTO CON TODO PORQUE YOLO.

O sea estoy algo así:
parao

 Y ya que el YOLO ha sido el principal motivo por el cual he estado ausente tanto tiempo (mentira mamá, en realidad ha sido por mis exámenes, esto sólo lo pongo para efectos de la historia, ficción, ves) de eso he venido a hablar hoy día, porque tanto trabajo de campo no puede haber sido en vano.

Han sido meses, AÑOS de investigación y por fin puedo presentarles, después de mucho esfuerzo y, literalmente, muchas caídas, un resumen de este círculo vicioso de lo que, a mi entender, comprenden muchos de mis nuestros fines de semana. Pude identificar una constante en las fases que se viven y que se adoptan en la transición de civiles normales y de dignidad intacta, recién cargadita al 100%, a aquellos seres pseudo evolucionados y guiados únicamente por el Ello y las pasiones más primitivas en los que SE CONVIERTEN (me excluyo COMO BUENA porque este es mi post y tengo potestad absoluta) algunos después de uno, dos, tres, cuatro, cinco y mejor-ya-no-sigo-contando shots de tequila o botellas de Barena en Luz Roja (a 5 luquitas no más, baratito casero, KE VAO?), las cuales se dividen en Obligatorias y Opcionales, y son, en resumen, las siguientes:

OBLIGATORIAS

Fase 1: Hoy sólo quiero algo tranqui (dijeron, y volvieron a decir, y jamás)

Sales de tu casa un viernes plan 10pm, con todas las vibras y LA CONVICCIÓN (oh baby you’re so naive) de que esta vez sí, ESTA VEZ SÍ POR LA SARITA vas a cumplir eso que te propones de que hoy sea una salida tranqui. Obvio, porque mañana por la mañana tienes que despertarte tempranísimo y con el alma en el cuerpo bien puesta para ir a tu ensayo, a tus clases, a tu práctica de finanzas, a tu lo que sea que tengas pero para lo cual tienes que estar lúcido desde las 8am. ¿Y qué te hace pensar que esta vez va a ser diferente a las otras 8947986579609 veces que has dicho lo mismo? Pues ni tú mismo lo sabes, PERO ESTA VEZ SÍ, porque ya no sé si pecas de positivo o es que simplemente eres -como yo- TERCO. Pero bueno, la cuestión es que le dices a tu mamá que regresas «plan 3, exagerando» y cruzas el umbral de la puerta de tu casa una vez más, ingenuamente, claro que sí, campeón.

Fase 2: Ya man, dos chelas más, ¡pero sólo dos ah!

La consigna inicial era tomarse «máximo 4 chelas», pero a medida de que notas, con un dolor profundo en el alma, que la 4ta chela parece estar terminándose, de forma inversamente proporcional a tus ganas seguirla, decides, inocentemente, sugerir que QUIZÁS, TAL VEZ, POR QUÉ NO, pueda ser buena idea comprar 2 más, porque vamos ¿qué son dos chelitas? si las chelitas son bienbuenas…  y dos chelitas no le hacen daño a nadie, obvio. JAAAAAAAAA.

Fase 3: ¿Que ya son las 3? ¿Qué hablas? Ya bueno un ratito más.

Bueno, ya aquellas «dos chelitas más» se convirtieron NO SABES CÓMO en «4 chelitas más» y así, vas por la 8va-9na y ya hasta te comienza a resultar difícil recordar cuál era la consigna (¿consigna qué, cuál, dónde?), de pronto miras tu reloj y OH CRONOS, DIOS DEL TIEMPO, POR QUÉ TE BURLAS ASÍ DE NOSOTROS, ya son las 3am. Ahí está tu gracia y ahí muere tu «Mamá, llego a las 3 exageraaaaando», ya te fregaste, porque ya estás empilado, la gente ya comenzó a pararse de sus mesas para meterle un self dancing (ASHI PE ELEGANGSTER), la flaca/el churro de la mesa de la esquina te está mirando densaso desde hace 15 minutos (o al menos así lo ves en tu mente (?)) y tu optimismo se ha elevado en un 200% (cosa que disminuirá en la misma proporción a la mañana siguiente, tú tranquilo), así que la decisión más lógica y casi obvia es pues, quedarte UN RATITO MÁS, pero ojo, ¡sólo un ratito! Le comunicas a tu pata la gran idea, él, que es pollazo y encabeza siempre el top10 de tu lista de amistades impresentables, que ya está desde hace rato en Narnia, no te entiende nada y sólo atina a asentir y, efectivamente, se quedan.

Fase 4: ¿JAGGER? Ya, ¡sí la hago!

De hecho ya vas tomándote 9 chelas y pucha, mucho vicio pues, como todo en la vida, la rutina siempre aburre y hay que variar; entonces, siendo las 3:15am FIJO la mejor idea del mundo es meterle Jagger, fresh, de todas maneras la haces, de peores has salido. ERROR. No la haces, no la vas a hacer y NUNCA LA HARÁS. DATE CUENTA CHIBOLO PULPÍN.

Pero no pues, no te vas a dar cuenta porque eres TERCO y de hecho ya no entiendes nada y sólo todo te parece bonito, en tu mente la imagen es algo así:

jagger

Además, JUSTO te acabas de encontrar con esos dos broders que no veías hace tiempo y que son súper vibras, así que nada, caballero, miras tu billetera y sólo tienes 10le, PERO AH! FELIZMENTEEEEE SACASTE TU TARJETA, ¡que suerte! ¿no?

Vas a la barra y le pides al broder un Jagger, sellando así el inicio del fin y la sentencia de muerte de tu -ya de por sí desahuciada- dignidad.

OPCIONALES

(Marque las que correspondan con una X, si marca más de 3 sírvase llamar al Centro Victoria e internarse DE UNA BUENA VEZ)

a) El bailarín profesional/cantante/acróbata

Te paras, bailas, cantas, te subes a las mesas alucinándote la fusión total y completamente exitosa de Travolta y Freddy Mercury, ADEMÁS DE considerarte prácticamente egresado de la escuela de acróbatas del Cirque du Soleil, pero en realidad a las justas y llegas a ser una mala imitación de Tongo, con la gracia para bailar, flexibilidad y sensualidad de la Tigresa del Oriente. Pero nada, igual tú te juras EL REY DE LA PISTA y le sigues metiendo tus movimientos intensos a la última canción de Nene Malo. Todo bien, al fin y al cabo, ¿quién necesita dignidad?

b) El machito/gilero/belicoso

Ah no, es que tú eres el gallo del gallinero (?) mentor de Christian Grey, sucesor de Muhammad Ali y con la musculatura de Khal Drogo (AmorDeMiVida), oh gran rey dothraki. Nadie te puede decir nada porque al toque saltas y obvio que eso le encanta a las chicas, todas mueren por un pedazo de ti. Lo que no sabes es que en realidad eres así:

guapo

Tremendo baboso. Ayúdate.

c) El multilingüe/filósofo

De la nada tus clases en el ICPNA surten efecto y combinadas con las clases de Intro a la Filo que llevaste de cachimbo, te vuelves un experto en discutir las conjeturas del Ser y tienes las soluciones a los problemas coyunturales del mundo actual, la paz mundial y eso, ah y en varios idiomas, ojo. Bueno, resulta que todo esto ocurre solo en tu mente, porque en realidad tu Inglés más parece Arameo y tienes la capacidad de elocuencia y retórica de Hodor.

hodor

d) El Artic Monkey

Has escuchado la canción Why’d you only call me when you’re high? Si no la has escuchado te recomiendo que lo hagas AHORITA porque a este paso va a ser la canción que pongas como ringtone en tu celular. AMIGO/A DETENTE, el drunk texting no es bueno. Nada, NADA que implique llamar a tu ex o que involucre que la flaca o el chico que te gileas amanezca y vea 45 llamadas perdidas tuyas (truestory) PLUS 15 sms dignidad cero/booty call, lo es NI LO SERÁ NUNCA. Lo que a las 5am en tu mente suena como un poema de Benedetti, en realidad se ve algo así:

drunktext

Fail pues, de hecho creo que así como hay un «Modo Avión» para celulares, debería haber un modo «Borracho atalasweas» que te permita alejarte de estas bochornosas situaciones y mantener a salvo la escasa dignidad que te resta, especialmente si es que ya marcaste la alternativa a.

e) La Rosa de Guadalupe

¿Tu flaca/o te dejó? ¿Tu «saliente» (la maldita/o que te hace sufrir porque por más que le dices para estar sigue haciéndote la gabrielada y no te da una respuesta definitiva por más que tú ya tengas el anillo de compromiso comprado) te ha dicho que está confundido? ¿Te fuiste a la trica en algún curso? ¿Todavía no puedes superar el final de HIMYM? ¿Se te acabó la plata para las chelas? Nunca falta el amigo que después de sus sendos pares de chelas está con el corazón el la mano y los ojos vidriosos por las lágrimas pugnando por salir, sí, ese que te dice que van a ser amigos para siempre y que te quiere mucho. Tranquilo compañero, desfoga los problemas a moco tendido, nadie te va a juzgar 🙂 (mentira pussy, deja de llorar ¡¡BE A MAN!!)

f) El No Habido/Bello Durmiente

Creo que no tengo que desarrollar mucho este punto. Es, de hecho, lo «mejor» que puedes esperar de tu bomba, quedarte jato o estar simplemente presente en cuerpo pero no en alma, vegetal e inerte, con la mente en algún lugar lejano de Narnia. O sea, lo peor que te puede pasar en esta situación es terminar con la cara pintada (been there) o no sé, jateando encima de la mesa. Cuando eres de este tipo de borrachos, todo lo ves así:

dormir

Pero nada, cabeza en alto y mirada al frente no más, por lo menos así no arrochas… tanto.

g) El del #AmorDeTuVida

Ay diosito. ¿Por qué señor? resulta que le hiciste caso a la flaca/el churro que te estaba mirando densaso, y nada, resultó ser el AMOR DE TU VIDA (tu vida duró más o menos 3 horas), química 100%, matrimonio fijo. Nada, te fuiste con ella y tuviste una noche divertida (?) de la cual probablemente, con suerte, recuerdes el 1%, dentro de lo cual definitivamente no está incluido el nombre, porque bah, son detalles. Lo realmente malo es que cuando te despiertas ya medio sobrio te das cuenta de que la flaca rica no era tan rica como creías y que el chico churro más parecía primo de Kike Suero. O sea todo mal. Si esta es la situación, nada, coge tus cosas y salte sin mirar atrás; si por a o b descubres que sobrios sí se llevan bien, mantén el contacto en el nivel «amistad» y conózcanse mejor -ME REFIERO A QUE HABLEN-, quién sabe y quizás sí llegue a ser el amor de tu vida. Quién sabe.

h) El Carolina Saravia

Uno pensaría que la suma de los estados anteriores es lo peor que se puede alcanzar, que después de eso ya la vida no vale nada y etc… PERO NO, siempre se puede más. Cada vez que he tenido una juerga hardcore y destruye vidas, de la cual tenga algún remordimiento o sinsabor, converso con mi amiga Carolina, ella siempre tiene las palabras precisas para hacerme sentir mejor, y, ¿qué hace o qué dice? Nada, sólo me cuenta cómo fue su fin de semana. Desde quedarte dormido inocentemente en el carro, hasta llegar a tu casa a las 7am en patrullero (?) (porque vamos, llegar en taxi es too mainstream), mi amiga Carolina siempre tiene las precisas, es más, yo no sé qué espera Efraín Aguilar o algún productor para ofrecerle su miniserie, 70 veces mejor que Goleadores, eso de hecho, están perdiendo plata. Carolina es rey de reyes, le tengo una mezcla entre admiración, miedo y mucho, mucho amor.


A la mañana siguiente…

Moretones (bah), una ceja hinchada (bah), garganta seca (bah), sed infernal (bah), manos temblorosas, terror de cabeza y por sobre todo ello una LAGUNA MENTAL QUE HACE VER AL TITICACA COMO LA PISCINA INFLABLE DE TU PRIMITO DE 5 AÑOS. Obvio, no fuiste a tu ensayo, obvio, no fuiste a tus clases, obvio ya andas pensando en dónde conseguir el certificado médico para la solicitud de rezagado que vas a presentar en tu facultad porque faltaste a ese examen. Obvio. Te despiertas, con suerte en tu cuarto, y lo primero que haces es buscar tu cartera (¿de dónde salió esta botella de pisco y por qué está aquí?), billetera, tus documentos (que algunos ya tienes duplicados por experiencias previas parecidas) y tu celular. Si pasas ese primer filtro, tranquilo, quiere decir que una vez más has triunfado (entiéndase por «triunfado» a estar vivo y relativamente ileso). De hecho, ninguno de esos problemas son tan terribles comparados con el miedo que te genera la alta probabilidad de que en cualquier momento te llegue una notificación de Facebook que diga «Fulanito te ha etiquetado en una foto», momentos como esos son los que reafirman nuestra creencia en la religión, los ateos se vuelven cristianos y comienzan a rezarle a todos los santos habidos y por haber. Por supuesto que también tienes miedo de ver tus mensajes enviados, el historial de llamadas y MÁS AÚN, el Whatsapp o Messenger, no quieres ni saber las barbaridades que has podido cometer mientras estabas con el cerebro y el Superyo en modo «no disponible».

Lo bueno de esto es que siempre tienes a ese amigo de confianza, al que ya nada de lo que le digas le sorprende, a quien le puedes preguntar «¿QUÉ PASÓ?», él quizás se acuerde y te cuente o quizás estuvo igual o peor que tú y no puede darte razón de nada. Ya depende de ti si quieres o no quieres saberlo, personalmente, creo que muchas veces es mejor vivir felices y tranquilos en nuestra ignorancia.

Lo que no recuerdas no pasó, ergo, aquí no pasó nada.

¿Y sabes qué es lo peor? QUE TODO ESTO YA LO SABÍAS, pero eres terco, necio, joven y YOLO… o sea nada, eres idiota y vas a volver a hacer lo mismo el viernes siguiente… pero tranqui, porque ESA VEZ DEFINITIVAMENTE SÍ cumplirás con tu consigna.

Ayayay, que Diosito nos coja confesados.

La Crisis de los 20 y tantos: Cuando Salvaje es Buenísimo, pero Buenísimo es Mejor

Antes de comenzar a escribir cualquier cosa, debo pedirles disculpas a todos los amigos a los que he tenido con la misma cantaleta durante estas últimas semanas.

¡NO SABEN CÓMO LOS QUIERO!

Perdón y sobre todo GRACIAS. Gracias por soportar mis arranques de… ¿cómo decirlo de forma bonita? LOCA ENFERMA MENTAL OBSESIVA. Sí, por decirlo poco. Perdón, no es usual que me ocurra pero cuando me da, me da jodido. De hecho hasta ahorita algunos de ustedes se siguen sorprendiendo porque creo que nunca me habían visto así jeje, pero bueno sí, SOY HUMANA, surprise!!

Ahora sí. Comenzamos…


Últimamente he estado escribiendo mucho sobre temas académicos y serios, dignos de una estudiante que se encuentra cursando su último año de universidad, metas claras en la vida, segura, confiada, con harta cancha y concha, ganas de comerse el mundo y expectativas altísimas respecto al futuro.

Bueno, déjenme decirles que todo eso hoy día se va al tacho.

Imagen

Hoy y sólo por hoy, porque no voy a permitirlo más -o por menos eso intentaré-, soy solamente una chica de 21, casi 22 años como cualquiera y, de hecho, como muchas que conozco y se encuentran en la misma situación. Hoy soy solamente una chica de 21 años confundida y un poco asustada por la incertidumbre y la ansiedad que traen ciertas cosas que nos tocan vivir en esta etapa de nuestras vidas. Hoy soy una chica que está pasando la difícil y «creo-que-necesito-ir-al-psicólogo» etapa de la crisis de los 20 y tantos, en la que te despiertas un día con la certeza de que has tomado la decisión correcta, luego te duermes de nuevo para volverte a despertar desesperada por miedo a haberte equivocado en la certeza de tu correcta decisión, PERO ya la cagaste, entonces, ahora ¿qué haces? y divagas, y divagas, y colapsas, y te preguntas «¿Diomeo, qué va a ser de mí?» y así hasta que te quedas dormida y luego VUEEELVE la certeza, para luego volverte a desesperar… y BIS BIS BIS. Así, bien ameno.

O sea, en otras palabras, hoy estoy bien maricona. Y de hecho arrepentida de no haberme decidido al fin por estudiar Psicología, porque siendo una loca que está rodeada de pura loca más loca que yo, ya tendría HARTO MATERIAL PARA MI TEMA DE TESIS.

Conversando con varias amigas me he dado cuenta de que somos muchas pasando por la misma situación. Hemos llegado a un punto en nuestras vidas en el que sí, bueno, buscamos lo divertido y las experiencias WILD ON y que vas a recordar para contarlas luego en los tés de tías que se vendrán cuando ya tengas unas cuantas arrugas y canas encima (rogando a Dios que por lo menos sigamos flacas para ese entonces, o ya, bueno, que por lo menos no nos rebalsemos de nuestros jeans), pero ese ya no es el foco.

Extrapolando lo que me pasa a mí: por más locas, tercas y I love Rock N Roll que seamos, por más que vivamos diciendo que el sueño es encontrar al músico rockero bailarín de 1.90cm, musculoso, MALO, MALO, pero RE BUENO (más bien y aprovechando la situación, si alguien conoce uno ME DEJA UN INBOX, con confianza), un pata que luzca más o menos así (fácil un poco más de papa al caldo pero la esencia es esta):

Imagen

Diomeo señor, agárrame confesada.

Por más que todo eso pase, lo que he caído en la cuenta acerca de lo que realmente necesitamos en este momento de nuestras vidas es una sola cosa: ESTABILIDAD.

Como bien dijo una amiga (y por más cursi que suene):

«No es quien te mueve el piso, sino quien te centra; no es quien te roba el corazón, sino quien te lo trae de vuelta».

Es tan sencillo como eso, el #AmorDeTuVida dejó de ser aquel churro bienmalo que trae locas a todas las chicas, el cool, el bohemio eterno barranquero. Puede serlo, sí, y estaría buenísimo que lo fuese (es más, POR FAVOR QUE ME TOQUE UNO ASÍ Y QUE SEA A LA VEZ BIENBUENO, ¡¡POFAVÓ!!), pero lo que en realidad te importa es que te dé la estabilidad que necesitas en estas épocas de tempestad mental. Aquel que te brinde tranquilidad, seguridad y un piso al cual aferrarte, el que te abra la puerta y te escuche, pero te escuche de verdad. Tu lugar seguro entre toda la incertidumbre en la que estás envuelta right now. El que cuando conversen, te cuente acerca de su proyecto de vida, de lo que quiere hacer con su trabajo, el que te dice a dónde quiere llegar, aquel a quien ADMIRES, aquel de quien APRENDAS, el que te impulsa a querer superarte más cada día. OJO, el que te IMPULSA y no te FRENA. Porque recuerda que ahora estamos en una etapa crucial profesionalmente hablando, terminando nuestras carreras, planeando nuestro futuro y lo que necesitamos son lineamientos, modelos. No un niño a quien cuidar y de quien preocuparnos. Somos jóvenes profesionales, no madres aún.

Este en realidad un llamado a dejar de friendzonear a los chicos buenos, parfavar. Las aventuras salvajes están bien, son divertidas y han sido necesarias, sí, claro que sí. Pero de eso no vives, eso no es lo que se queda contigo. Tus aventuras no van a recogerte a las 5am del lugar en el que estés con una sola llamada, tus aventuras no van a resondrarte y mandarte a la mi*rda cuando ven que haces las cosas mal. Por más divertidas que sean, tus aventuras salvajes no serán aquellas que te abracen cuando te sientas sola y necesites hablar con alguien, solo hablar. Es más, las aventuras casi no hablan, para eso no las quieres, para eso no las tienes; ES MÁS, muchas veces por payasa y por creer que tienes el superpoder de cambiar la mentalidad del bienmalo, te enamoras y obviamente sufres, y esto se convierte en un peso ADICIONAL a todo el peso que de por sí ya tienes con la universidad y la chamba, ese peso que te angustia y puede hacer que dejes de preocuparte por aquello que de verdad importa y aquello único sobre lo que realmente tienes control: POR TI MISMA. Por el contrario, el bueno sí, escucha, comprende, está ahí, se preocupa, te quiere no para él, sino para ti, para que seas mejor, de nuevo, no para él, sino para ti. Por eso el bueno es mejor, siempre va a ser mejor.

Claro que lo óptimo sería que el bueno fuese un aventurero de esos que te gustan tanto, ¿verdad? Pero vale, hay cosas que llegan con el tiempo y cambian con el tiempo, como la gente, por ejemplo.  Así que please, dejémonos de  huevadas y de superficialidad e hipocresía con uno mismo, ya basta con permitirle a nuestro ego y a nuestra vanidad decidir por nosotras, comencemos a crecer y a pensar, y más importante aún, a actuar como si realmente lo estuviésemos haciendo. Tranquilas. Comencemos a tomar buenas decisiones, el mundo no se acaba con el último broder que te decepcionó o al que tú decepcionaste.

Al final el bueno que es MEJOR para ti a la larga va a ser como tiene que ser, sin forzarlo, sólo fluyendo, sólo viviendo.